jueves, 12 de abril de 2007



La otra noche, después de la movida,
en la mesa de siempre me encontraste
y, sin mediar palabra, me quitaste
no sé si la cartera o si la vida.

Recuerdo la emoción de tu venida
y, luego, nada más. ¡Dulce contraste,
recordar el amor que me dejaste
y olvidar el tamaño de la herida!

Muerto o vivo, si quieres más dinero,
date una vuelta por la lencería
y salpica tu piel de seda oscura.

Que voy a regalarte el mundo entero
si me asaltas de negro, vida mía,
y me invaden tu noche y tu locura.


Luis Alberto de Cuenca, Soneto del amor oscuro


Me rodea una noche de seda y lluvia, un tupido abrigo de sueños oscuros, una capa de silencio protector, un mar de oscuridad y calma. Me acogen unos brazos
cálidos, me roza una voz llena de promesas, me acuna un murmullo erizado de deseo.


Y sé que es aquí donde pertenezco: a la noche, al sueño, al silencio, a la oscuridad, al deseo..

Buenas noches...




5 comentarios:

Anónimo dijo...

Otra vez somos pocos
y lo viejo es lo nuevo.
Mirad quien esté solo:
ése es el verdadero.

Lo nuevo no son olas.
Agua de oscuro pozo
se ofrece a quien se asoma:
a ninguno y a todos.


Sólo lo nuevo
Andrés Trapiello

De "Rama Desnuda"


Si pudiera cantaría una nana, una canción de arropar con besos a los adultos heridos. Pero la voz se apaga con un sueño denso, cargado, espeso.

Mañana. Mañana pensaré en ello. Al fin y al cabo mañana es otro día...

D.K. dijo...

Que nunca te falte esos brazos en los que puedas refugiarte, promesas que nunca sean rotas y murmullos que te enloquezca de pasión.

Un beso, Exilio. Un beso, Sofía.

Anónimo dijo...

Ya es mañana.

La noche acabó y el dia amanece con promesas.

Hank dijo...

Al menos sabes a donde perteneces y, bueno, siempre podrás volver y refugiarte, seguir el mapa secreto que dibujaron las estrellas y regresar a tu disperso centro, pero ¿qué pasa con los que no sabemos qué somos, adónde vamos, de dónde venimos, qué queremos, por qué estamos...?
¿Existe un hueco por el que colarme?

Vlad dijo...

Por fín a la de tres, acerté a dar con la forma de escribir en estos sitios tan raros y tan de moda.

Los tiempos avanzan que es una barbaridad.