domingo, 22 de abril de 2007



La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía.
Un pedazo de luna en el bolsillo
es mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
para ser rico sin que lo sepa nadie
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir.

Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas.

Jaime Sabines, La luna


Titilante y luminosa, la noche se llena de niebla y de silencio. Y me hace cómplice de sus secretos, me susurra sus ocultas intenciones que ha disfrazado de oscuridad, me abriga con ropa de
estrella y perfume de hierba, me arrulla en unos brazos cubiertos de brisa y marea. Me lleva de la mano hasta el lecho y el reposo, me acompaña hacia la puerta abierta al camino, mullido, delicado, acogedor que me guiará, en sueños, a tu lado.

Buenas noches..


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo soy esa cosa rara
Que tu sientes en momentos
De tu vida
Que sabes que siempre está
Para darte su consuelo
Aunque estés
Destrozada y en el suelo
Soy tu cosita sencilla
Soy en ti lo natural
Los sabores de tu boca
Y el aroma en tu nariz
El que te lleva volando
Y colgada de su cuello
Y también soy quien te deja
sin resuello
a causa de su pasión
Yo soy esa piedra plana
Que encontraste en la playa
Y la frotas con tu mano
Soy esa espina ardorosa
Que te produce un pinchazo
Cuando cortas una rosa
Soy para ti en tu pradera
Un árbol, un matorral
Una planta y un trigal
Donde tu cuerpo se extiende
Y con la ramita tierna
Juguetona
Que mantienes en la mano
Y sin querer picarona
Roza tu piel
Yo soy recuerdo perdido
De tus sueños de mujer
Encontrado y escondido
En el fondo de tu ser
Yo soy como un movimiento
De todo el agua del mar
Rozando tus pies desnudos
En tu playa favorita
Yo soy la sal escondida
Que te suaviza la herida
Yo soy tu recuperada
Fantasía
Soy el roce de tu pelo
En tus mejillas
Soy tu dedito pulgar
Que tus labios acaricia
Soy ese soplo sin dientes
Que notas cuando te pones
Los pendientes
Soy todo en ti
Niña mía
Lo que quieres y no quieres
Porque sin saber de mí
Me encontraste

J. Antonio Garcia Perez.

En el silencio de la noche todo es posible.

Joselita del Sur - Exilio Voluntario dijo...

Bellísimo poema.

Me quedo con esto:

Soy todo en ti
Niña mía
Lo que quieres y no quieres
Porque sin saber de mí
Me encontraste


Gracias, Ed. Y buenas, dulces noches tenga usted.

Sofía dijo...

Pensar en ti es azul, como ir vagando
por un bosque dorado al mediodía:
nacen jardines en el alma mía
y con mis nubes por tus sueños ando

Nos une y nos separa un aire blando,
una distancia de melancolía;
yo alzo los brazos de mi poesía,
azul de ti, dolido y esperando.

Es como un horizonte de violines
o un tibio sufrimiento de jazminez
pensar en ti, de azul temperamento.

El mundo se me vuelve cristalino,
y te miro, entre lámpara de trino,
azul domingo de mi pensamiento.


Azul de ti - Eduardo Carranza



Ya... ya sé que se ha hecho lunes. Pero es que me quedé dormida anoche, mientras te esperaba.

Un beso, Exilio. Un gran beso azul.

D.K. dijo...

Cómo es posible perseguir el tiempo.
Si va mucho más rápido que el aire del viento.
Se escapa de las manos y sin darte cuenta,
te sientes metido en la misma rueda.

Cómo coger el tiempo cuando ya ha pasao,
si estás más pasao que el que no va a tiempo.
Decidí estar y como siempre me lamento,
entre la locura y los que están cuerdos.

No sé si estoy en la luna o estoy en el cielo.
Lo que si sé no tengo los pies en el suelo.
Ni falta que me hace, nunca me entero.
Ya no me hace caso ni siquiera mi perro.

No sé que hice ayer ni tampoco lo recuerdo.
Sólo recuerdo que tus ojos me mataban por dentro.
Y una mañana más que duermes despierto.
No sé que hice mal que tan mal me encuentro.

Como no soy normal y me gusta estar en silencio,
¿Por qué no paro de hablar cuando estoy pedo?
Pensé que todo fue un mal sueño.
Y cuando desperté se escapaba el metro.

No sé si estoy en la luna o estoy en el cielo.
Lo que si sé no tengo los pies en el suelo.
Ni falta que me hace, nunca me entero.
Ya no me hace caso ni siquiera mi perro.

Vi la vida pasar como si fuera un cuento.
Pero, nada de lo que hice me arrepiento.
Sé que estoy aquí no en mi mejor momento.
Ya no sé qué hacer pero estoy contento.

No sé si estoy en la luna o estoy en el cielo.
Lo que sí sé no tengo los pies en el suelo.
Ni falta que me hace, nunca me entero.
Ya no me hace caso ni siquiera mi perro.

No sé si estoy en la luna o estoy en el cielo.
Ni falta que me hace, nunca me entero.

ESTOY EN LA LUNA. LOS PORRETAS.

Un beso, Exilio.

Blues dijo...

CUANDO TODO SUCEDA

Digo: comience el sendero a serpear
delante de la casa. Vuelva el día
vivido a transportarme
lejano entre los chopos.

Allí te esperaré.

Me anunciará tu paso el breve salto
de un pájaro en ese instante fresco y huidizo
que determina el vuelo,
y la hierba otra vez como una orilla
cederá poco a poco a tu presencia.

Te volveré a mirar, a sonreír
desde el borde del agua.
Sé lo que me dirás. Conozco el soplo
de tus labios mojados:
tardabas en llegar. Y luego un beso
repetido en el río.

De nuevo en pie siguiendo tu figura
regresaré a la casa lentamente...
cuando todo suceda.

José Agustín Goytisolo.