martes, 31 de julio de 2007



Nunca sé despedirme de ti, siempre me quedo
con el frío de alguna palabra que no he dicho,
con un malentendido que temer,
ese hueco de torpe inexistencia
que a veces, gota a gota, se convierte
en desesperación.
Nunca se despedirme de ti, porque no soy
el viajero que cruza por la gente,
el que va de aeropuerto en aeropuerto
o el que mira los coches, en dirección contraria,
corriendo a la ciudad
en la que acabas de quedarte.
Nunca sé despedirme, porque soy
un ciego que tantea por el túnel
de tu mano y tus labios cuando dicen adiós,
un ciego que tropieza con los malentendidos
y con esas palabras
que no saben pronunciar.
Extrañado de amor,
nunca puedo alejarme de todo lo que eres.
En un hueco de torpe inexistencia,
me voy de mí
camino a la nada.

Luis García Montero, Problemas de Geografía personal







Aún sigue despidiéndose la tarde y ya es hora de decir buenas noches...



lunes, 30 de julio de 2007



Como leve sonido:
hoja que roza un vidrio,
agua que acaricia unas guijas,
lluvia que besa una frente juvenil;

Como rápida caricia:
pie desnudo sobre el camino,
dedos que ensayan el primer amor,
sábanas tibias sobre el cuerpo solitario;

Como fugaz deseo:
seda brillante en la luz,
esbelto adolescente entrevisto,
lágrimas por ser más que un hombre;

Como esta vida que no es mía
y sin embargo es la mía,
como este afán sin nombre
que no me pertenece y sin embargo soy yo;

Como todo aquello que de cerca o de lejos
me roza, me besa, me hiere,
tu presencia está conmigo fuera y dentro,
es mi vida misma y no es mi vida,
así como una hoja y otra hoja
son la apariencia del viento que las lleva.

Luis Cernuda, Los placeres prohibidos


Ya no duermo sin que tu sueño se mezcle con el mío. Ni escucho otra música que la de tu voz llamándome. Ni veo más luz que tus ojos mirándome. Ni conozco más destino que tu piel ...

Cada noche es un viaje hacia tí, un camino que empieza en un lecho acuciado por la nostalgia de ti y me lleva a tus brazos, llenos de ternura para mí. Y cada despertar es un desastre de adioses, de besos tan deseados como denegados, de cuerpos doloridos por el día que les separa.

Ya no sé dormir sin tí, criatura ausente, tan de dentro de mi como lejos, lejos de mi alcance...

Buenas noches...




Banda sonora nocturna: http://www.mytempdir.com/1376096

(hay en este mapa algo más que una pequeña "intertextualización" con otro mapa de hace meses, pero.. es que era tan, tan apropiado!! Disculpen mi falta de ética hacia mí misma.)


domingo, 29 de julio de 2007







De las estrellas que admiré, mojadas
por ríos y rocíos diferentes,
yo no escogí sino la que yo amaba
y desde entonces duermo con la noche.

De la ola, una ola y otra ola,
verde mar, verde frío, rama verde,
yo no escogí sino una sola ola:
la ola indivisible de tu cuerpo.

Todas las gotas, todas las raíces,
todos los hilos de la luz vinieron,
me vinieron a ver tarde o temprano.

Yo quise para mí tu cabellera.
Y de todos los dones de mi patria
sólo escogí tu corazón salvaje.

Pablo Neruda, Soneto XLVI
(de "Cien sonetos de amor - Mediodía")


Escogí este camino, aprendiendo paso a paso sus secretos, sus misterios, sus dulces laderas, sus escarpadas cumbres, sus riscos y sus riesgos; aprendiendo a escuchar su silenciosa invitación a seguirlo, la llamada de sus sendas, la callada respuesta de las noches en ruta.

Elegí este camino y ser viajero sin más descanso que soñar con llegar a mi destino, con alcanzar el siguiente puerto, la siguiente encrucijada, la siguiente señal que me guiara a ti, la siguiente huella de tu paso... porque al elegir este camino, elegí ser tuya.

Buenas noches...



Banda sonora nocturna:
http://www.mytempdir.com/1375720



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sábado, 28 de julio de 2007



La noche nace en espejos de luto.
Sombríos ramos húmedos
ciñen su pecho y su cintura,
su cuerpo azul, infinito y tangible.
No la puebla el silencio: rumores silenciosos,
peces fantasmas, se deslizan, fosforecen, huyen.
La noche es verde, vasta y silenciosa.
La noche es morada y azul.
Es de fuego y es de agua.
La noche es de mármol negro y de humo.
En sus hombros nace un río que se curva,
una silenciosa cascada de plumas negras.

La noche es un beso infinito de las tinieblas infinitas.
Todo se funde en ese beso,
todo arde en esos labios sin límites,
y el nombre y la memoria
son un poco de ceniza y olvido
en esa entraña que sueña.

Noche, dulce fiera,
boca de sueño, ojos de llama fija y ávida,
océano,
extensión infinita y limitada como un cuerpo acariciado a oscuras,
indefensa y voraz como el amor,
detenida al borde del alba como un venado a la orilla del susurro o del miedo,
río de terciopelo y ceguera,
respiración dormida de un corazón inmenso, que perdona:
el desdichado, el hueco,
el que lleva por máscara su rostro,
cruza tus soledades, a solas con su alma.

Tu silencio lo llama,
rozan su piel tus alas negras,
donde late el olvido sin fronteras,
mas él cierra los poros de su alma
al infinito que lo tienta,
ensimismado en su árida pelea.

Nadie lo sigue, nadie lo acompaña.
En su boca elocuente la mentira se anida,
su corazón está poblado de fantasmas
y el vacío hace desiertos los latidos de su pecho.
Dos perros amarillos, hastío y avidez, disputan en su alma.
Su pensamiento recorre siempre las mismas salas deshabitadas,
sin encontrar jamás la forma que agote su impaciencia,
el muro del perdón o de la muerte.
Pero su corazón aún abre las alas
como un águila roja en el desierto.

Suenan las flautas de la noche.
El mundo duerme y canta.
Canta dormido el mar;
ojo que tiembla absorto,
el cielo es un espejo donde el mundo se contempla,
lecho de transparencia para su desnudez.

Él marcha solo, infatigable,
encarcelado en su infinito,
como un solitario pensamiento,
como un fantasma que buscara un cuerpo.

Octavio Paz, El desconocido

Cerré los ojos para no ver nada más que mi deseo; para no empañar con dudas la visión deslumbrante de cada promesa; para no negarme el placer de enredarme en la delicia de las noches futuras; para no evitar la tentación de creer con fe renovada; para no ceder a la insistente voz de mil alarmas, de mil miedos, de mil errores pasados y nunca reparados; para seguir ciega , entregada y voluntariamente, ante la verdad y el desengaño.

Buenas noches...




Banda sonora nocturna:
http://www.mytempdir.com/1375211




viernes, 27 de julio de 2007




Aparece.
Ayúdame a existir.
Ayúdate a existir.

Oh, inexistente por la que existo.
Oh, presentida que me presiente.
Soñada que me sueña.

Aparecida, desvanecida
ven, vuela, adviene, despierta,
rompe diques, avanza

Maleza de blancuras,
marea de armas blancas,
mar sin brida galopando en la noche

Estrella en pie,
esplendor que te clavas en el pecho
(canta herida, ciérrate boca)

Aparece,
hoja en blanco tatuada de otoño,
bello astro de pausados movimientos de tigre

Perezoso relámpago,
águila fija parpadeante,
cae pluma, flecha engalanada cae.

Da al fin la hora del encuentro,
reloj de sangre,
piedra de toque de esta vida

Octavio Paz, Piedra de toque



Tal vez cometa en perpétuo viaje; tal vez estrella moribunda, o galaxia recien nacida. Satélite fértil o árido asteroide sin vida, rotando inútil, en un vacío eterno. Quizá supernova efímera, o la nada oscura, sólida e invisible, que devora a su paso la luz y la energía. O quasar pulsante, insistente, incansable en su llamada, aislado en el infinito silencio, esperando una respuesta, una señal. O estrella de cálidos reflejos que ilumina los pasos de quien la mira. O planeta hecho de tierra y mar y misterio, generoso y abierto al explorador, al curioso viajero que lo descubre..

Por qué limitarse a creer que cada persona es un mundo, cuando quizá cada persona sea un universo.

Buenas noches...


Banda sonora nocturna:
http://www.mytempdir.com/1374991


miércoles, 25 de julio de 2007




Mi piel tiene memorias de tus manos
recorriendo el desnudo de mi entrega
tiene tu aroma,
tu costado,
tu aliento,
tu sabor ,
tu triunfo,
mis derrotas.

Mi piel tiene sonidos de ternuras
vibrando;
cada encuentro en la penumbra
tiene tus restos y tus rastros,
la luz opaca del deseo
y el rostro del amor

amaneciendo.


Ana María Mayol, Memorias de mi piel.


Porque no entiendo la lógica, ni me convence lo apropiado, ni sé de más ley que la no escrita, la que se establece tácita y sabia a cada paso; porque no obedezco al someterme, ni miento al ocultarme, ni tengo más secreto que lo que aún no conozco; porque me guía el instinto y me proteje la suerte, me rodean abismos y me salva el azar; porque soy imperfecta y llena de muescas, y no he aprendido a crear un amor que no sea difícil... Porque mi memoria sólo recuerda las caricias que me debes y sólo ofrece los placeres que le inspiras...

Banda sonora nocturna:
http://www.mybigdir.com/2385.

Buenas, calmadas, convalecientes noches...


martes, 24 de julio de 2007




Trajo el amor su cola de dolores,
su largo rayo estático de espinas
y cerramos los ojos porque nada,
porque ninguna herida nos separe.

No es culpa de tus ojos este llanto:
tus manos no clavaron esta espada:
no buscaron tus pies este camino:
llegó a tu corazón la miel sombría.

Cuando el amor como una inmensa ola
nos estrelló contra la piedra dura,
nos amasó con una sola harina,

cayó el dolor sobre otro dulce rostro
y así en la luz de la estación abierta
se consagró la primavera herida.

Pablo Neruda, Soneto LXI
(de "Cien sonetos de amor - Tarde")


Nació sin culpa y sin memoria, no cometió más pecado de crecer sin respetar límites, ni obedecer leyes, ni admitir obstáculos; no sabe ser menos imprudente, ni conoce la palabra imposible; se escapa para seguir soñando sin testigos; se refugia en luminosas visiones que sólo existen en sus ojos; se estremece ante lo inmenso de su deseo, se ofrece sin preguntas a su destino, se diluye en lágrimas ante el silencio y el reproche, se hace fuerte en los brazos invisibles, a veces tiernos, a veces fríos, siempre abiertos de la noche. Y se enrosca, insistente, mimoso, infantilmente seductor, sabiamente inconsciente, inocentemente maduro, en los dedos intrigados que lo buscan y que lo descubren...

Buenas noches.




lunes, 23 de julio de 2007


Tal vez no ser es ser sin que tú seas,
sin que vayas cortando el mediodía
como una flor azul, sin que camines
más tarde por la niebla y los ladrillos,

sin esa luz que llevas en la mano
que tal vez otros no verán dorada,
que tal vez nadie supo que crecía
como el origen rojo de la rosa,

sin que seas, en fin, sin que vinieras
brusca, incitante, a conocer mi vida,
ráfaga de rosal, trigo del viento,

y desde entonces soy porque tú eres,
y desde entonces eres, soy y somos,
y por amor seré, serás, seremos.


Pablo Neruda, Soneto LXIX
(de "Cien sonetos de amor - Tarde)


Sólo niebla entre las manos, como un fantasma, como una idea... inaprensible, gaseoso elemento de mirada líquida y voz volatil. Sólo niebla, humo, nubes deshilachadas, una tormenta silenciosa, una lluvia seca y persistente. Sólo niebla, espesa y agitada, pesada y liviana, húmeda y acariciante, gris y plata; sólo niebla helada en los huesos, cálida en mi espalda; niebla cubriendo la noche, vistiendo la luna, ocultando la luz.

Sólo niebla, sólo humo, y, sin embargo, sólo deseo vivir bajo su manto.

Buenas noches..






domingo, 22 de julio de 2007




Y porque amor combate
no sólo en su quemante agricultura,
sino en la boca de hombres y mujeres,
terminaré saliéndole al camino
a los que entre mi pecho y tu fragancia
quieran interponer su planta oscura.
De mí nada más malo
te dirán, amor mío,
de lo que yo te dije.
Yo viví en las praderas
antes de conocerte
y no esperé el amor sino que estuve
acechando y salté sobre la rosa.
Qué más pueden decirte?
No soy bueno ni malo sino un hombre,
y agregarán entonces el peligro
de mi vida, que conoces
y que con tu pasión has compartido.
Y bien, este peligro
es peligro de amor, de amor completo
hacia toda la vida,
hacia todas las vidas,
y si este amor nos trae
la muerte o las prisiones,
yo estoy seguro que tus grandes ojos,
como cuando los beso
se cerrarán entonces con orgullo,
en doble orgullo, amor,
con tu orgullo y el mío.
Pero hacia mis orejas vendrán antes
a socavar la torre
del amor dulce y duro que nos liga,
y me dirán: —«Aquella
que tú amas,
no es mujer para ti,
por qué la quieres? Creo
que podrías hallar una más bella,
más seria, más profunda,
más otra, tú me entiendes, mírala qué ligera,
y qué cabeza tiene,
y mírala cómo se viste
y etcétera y etcétera».
Y yo en estas líneas digo:
así te quiero, amor,
amor, así te amo,
así como te vistes
y como se levanta
tu cabellera y como
tu boca se sonríe,
ligera como el agua
del manantial sobre las piedras puras,
así te quiero, amada.
Al pan yo no le pido que me enseñe
sino que no me falte
durante cada día de la vida.
Yo no sé nada de la luz, de dónde
viene ni dónde va,
yo sólo quiero que la luz alumbre,
yo no pido a la noche
explicaciones,
yo la espero y me envuelve,
y así tú, pan y luz
y sombra eres.
Has venido a mi vida
con lo que tú traías,
hecha
de luz y pan y sombra te esperaba,
y así te necesito,
así te amo,
y a cuantos quieran escuchar mañana
lo que no les diré, que aquí lo lean,
y retrocedan hoy porque es temprano
para estos argumentos.
Mañana sólo les daremos
una hoja del árbol de nuestro amor, una hoja
que caerá sobre la tierra
como si la hubieran hecho nuestros labios,
como un beso que cae
desde nuestras alturas invencibles
para mostrar el fuego y la ternura
de un amor verdadero.

Pablo Neruda, VI
(de "Los versos del capitán - Oda y Germinaciones")


Ni el riesgo, ni el dolor, ni el miedo.. nada hace vacilar tanto como el amor. Nada parece hacernos tan débiles como el más fuerte de los deseos. Nada nos hiere tanto como la caricia dulce que no recibimos. Nada es tan duro como el lento, plácido pasar de los minutos. Nada es tan irrompible como el nudo de la tierna cuerda de renuncias y silencios, que nos une y nos ata y nos esclaviza. Nada nos destroza tanto como la indiferente crueldad de la ausencia, como el insistente, amable, recurrente abrazo de la soledad...

Buenas noches.


(Banda sonora nocturna, para aquellos que no necesitan mucho más que 3 notas, 3 palabras, 3 minutos, 3 líneas, para decir lo que sienten...
http://www.mytempdir.com/1374096)






sábado, 21 de julio de 2007




Podría perfectamente suprimirte de mi vida,

no contestar tus llamadas,
no abrirte la puerta de la casa,

no pensarte, no desearte,
no buscarte en ningún lugar común

y no volver a verte,

circular por calles por donde sé que no pasas,

eliminar de mi memoria
cada instante que hemos compartido,

cada recuerdo de tu recuerdo,
olvidar tu cara hasta ser capaz de no reconocerte,

responder con evasivas
cuando me pregunten por ti
y hacer como si no hubieras existido nunca...
Pero te amo.

---------------------------------

Que nadie toque este amor.

Que todos ignoren el sigilo de nuestro cielo nocturno
y el secreto sea el aire dichoso de nuestros plácidos suspiros.

Que ningún extraño contamine el sueño tuyo y mío:
cualquier visitante es un invasor en el tibio ámbito donde habitamos;
aquí el tiempo es agua fresca en movimiento, apenas sutil vuelo,
y todas las gentes viven muy lejos de nuestro jardín alucinado,
ajenas a nuestro paraíso secreto.

Darío Jaramillo, Poemas de amor


No hay mapa... el amor, el deseo, la necesidad de pertenecer y de poseer, no se puede encontrar en un mapa.


Buenas noches.




viernes, 20 de julio de 2007



Suave es la bella como si música y madera,
ágata, telas, trigo, duraznos transparentes,
hubieran erigido la fugitiva estatua.
Hacia la ola dirige su contraria frescura.

El mar moja bruñidos pies copiados
a la forma recién trabajada en la arena
y es ahora su fuego femenino de rosa
una sola burbuja que el sol y el mar combaten.

Ay, que nada te toque sino la sal del frío!
Que ni el amor destruya la primavera intacta.
Hermosa, reverbero de la indeleble espuma,

deja que tus caderas impongan en el agua
una medida nueva de cisne o de nenúfar
y navegue tu estatua por el cristal eterno

Pablo Neruda, Soneto X
(de "Cien sonetos de amor - Mañana")


Buenas, melodiosas, armónicas noches

jueves, 19 de julio de 2007





Desventurado corazón perplejo,
inconsecuente corazón,
no dudes.

No tiembles nunca más por lo que sabes,
no temas nunca más por lo que has visto.
Calamitoso corazón,
alienta.

Aprende en este ahora
el pálpito que vuelve con lo eterno,
para latir conforme en valentía.
Los números del mundo están cifrados
en la clave de un sol tan rutilante
que te ciega los ojos si calculas.

Ciégate en esperanza,
errátil corazón,
suma los números.
Un orden en su imán te está esperando.

Desde el final del tiempo se levanta
un ácido perfume de hojas muertas.
Respíralo y respira su secreto.
Abre de par en par tu incertidumbre.

No permitas
que encuentre domicilio la tibieza,
ni que este inescrutable amor oscuro
cometa el gran pecado de estar triste.
Acógete a ti mismo en tus entrañas
con tu abrazo más fuerte,
tu mejor padre en ti, tu mejor hijo,
gobierna tu ocasión de madurez.

Insiste una vez más,
aspira en estas rosas
su pútrido fermento enamorado.
En este desvarío de tu voz
se desnuda el enigma, transparece
la recompensa intacta de estar siendo.

Aquí estamos tú y yo,
altivo corazón,
en desbandada.

A fuerza de caer, desvanecidos.
y a fuerza de cantar,
enajenados.


Carlos Marzal, El corazón perplejo


Buenas noches (especialmente hoy, a Sofía, que me dejó el poema para que le encontrara imagen)...

miércoles, 18 de julio de 2007






Me recreo ante tu cuerpo como ante un paisaje imprevisto.
Me sorprende verte en la desnudez juvenil,
y ansío recorrerlo, como una anhelada geografía.
Me ves pensando en la umbría vegetal de algunas grutas,
o en el agua del muslo donde brillan las venas.


Me perderé en un bosque que cruzo con mis manos,
y pediré una larga estepa donde los labios hablen.
Me ves sorprendido, anonadado, pensando en habitarte.
Y tú, mientras, te abandonas al cálido primor del aire.


Te dejas en la luz, que te navega;
y si miro tus ojos vuelvo al jardín oscuro donde es verano el verde.
Te miro otra vez y casi no te creo posible.
Fulges, encantas, guarda tu cuerpo el hechizo insabido de la tierra.


Y despacio sonríes al irme yo acercando, atónito,
hacia ti mientras el sol nos cubre con su luz, nos desdibuja,
y nos va metiendo en la calma inmensa y rubia de la tarde.


Luis Antonio de Villena, Magia en Verano


Apenas ha oscurecido. Aún resbalan, perezosos, los dedos del día por la espalda de la noche, en su caricia fugaz, siempre demasiado efímera, siempre demasiado rápida, ritual diario de una despedida inevitable, no por previsible menos hermosa, no por repetida menos nueva.

Anochece pero no se apaga la luz que me ilumina, ni se hacen peligrosas las mágicas rutas escondidas, cada vez distintas, cada vez reconocidas, ni se esconde a mi mirada el rastro delicado, la huella deslumbrante, el secreto sendero entre mi noche y tu día.

Buenas noches



martes, 17 de julio de 2007




Se iba quedando callada
hasta que la sombra espesa
se hizo cuerpo tuyo.


¡Ya te tengo! ¡Ya te tengo!
Aquí la sombra del cuarto,
piel fina, piel en mis dedos.


Siente, tiembla. Fina seda
que palpita humanamente
entre mis dedos de nieve.


Mis dedos de hielo rizan
tu delicada quietud,
totalidad de este cuarto,
corporal y muda, extensa
sobre la estancia dormida.


Para mis ojos azules
tu negra forma se entrega,
cuajada y pura, inocente,
oh soledad de mi cuarto.
Pero no quiero mirarte.


A oscuras, paredes justas,
cámara, entraña, me aprietas;
te siento exacta y te amo,
cerrazón de vida y muerte,
negra posesión del aire,
sombra que habito y que siento
contra mi piel semejante.


Blancas paredes fronteras,
densa presencia estrechada,
cuerpo que ciego adivino
en mis sentidos dorados.


Vicente Aleixandre, Forma



Sin rasgos, sin voz, adivinado en esencia, desconocido y oscuro. No se esconde, pero rehuye mi tacto; no me rechaza, pero se hace inalcanzable. Me llama en silencio, me incita a buscarlo; se viste de promesas, se convierte en mi sombra, mi piel, mi latido. Travieso como un diablo, violento como un crimen, ardiente como un fuego, impaciente como un niño. Sabe lo que espero, sabio, complaciente, y se me ofrece en tentaciones y deseos; y se me escapa cada noche, fulgurante, silencioso... quedándose, forma invisible, espíritu burlón, a invadir mis sueños.


Buenas noches...

lunes, 16 de julio de 2007



En los extremos estás de ti,
por ellos te busco.
Amarte:
¡qué ir y venir a ti misma
de ti misma!
Para dar contigo, cerca,
¡qué lejos habrá que ir!
Amor: distancias, vaivén
sin parar.

En medio del camino, nada.
No, tu voz no, tu silencio.
Redondo, terso, sin quiebra,
como aire, las preguntas
apenas le rizan,
como piedras, las preguntas
en el fondo se las guarda.

Superficie del silencio
y yo mirándome en ella.
Nada, tu silencio, sí.
O todo tu grito, sí.

Afilado en el callar, acero,
rayo, saeta, rasgador, desgarrador,
¡qué exactitud repentina
rompiendo al mundo la entraña,
y el fondo del mundo arriba,
donde él llega, fugacísimo!
Todo, sí, tu grito, sí.
Pero tu voz no la quiero

Pedro Salinas, La difícil



Se callan mis labios, sello mi boca en un gesto obstinado, y grita brutal el silencio todo aquello que no digo. Se apagan las palabras o arden, se queman y me queman, en un fuego frío, y se hacen visibles los ecos de mi voz que se esconden entre las sábanas y los sueños. Se mueren los sonidos, las melodías, se difumina el dulce ritmo, el loco baile de letras y música que me empeño en crear para ti..

Tú, que no me oyes si te hablo.

Tú, que no comprendes lo que callo.

Buenas noches...



(Feliz viaje, RAF... ya sabe que le echaré de menos a rabiar.)




domingo, 15 de julio de 2007



Si no inspirara vértigo su hondura,
si no infundiese al alma aventurera
un frío sideral,
si no nos adeudara
los insólitos dracmas de los sueños,
si no hubiese negado nuestro nombre,
no habría para qué
ni para tanto.

Esta desobediencia
para con la cordura, este imprudente
amor desventurado es nuestra gloria.

Si no fuese a perder, no habría triunfo.
Cualquier pasión se impone en su arrebato,
cualquier enfermedad llega a ser íntima.

Alteza incomprensible,
tu púrpura es oscura.
No hemos llegado aquí para entenderte.

Bailo sobre las brasas, porque es triste.
Porque es tarde y ocaso, estoy de enhorabuena.
Me he dejado ir de mí, porque no hay fondo.

Porque es inútil, canto.

Porque es absurdo, creo.


Carlos Marzal, Credo quia absurdum.



Vuelo o salto o caigo, imparable, sin freno, sin resistirme... Vuelo al encuentro de mis temores más absurdos, de mis pasiones más secretas, de mis deseos más oscuros; salto hacia el infinito diminuto que se abre ante mis ojos cada mañana, absorbiendo sus misterios, enredándome en sus formas, adaptándome a su música inaudible; caigo en cada trampa, en cada truco, en cada tentación, en cada mágica sorpresa llena de imposibles, en cada pozo sin fondo y en cada obstáculo del camino, en cada pecado imperdonable, en cada llamada de tu voz...

Buenas noches.



sábado, 14 de julio de 2007



Soy mi cuerpo.
Y mi cuerpo está triste, está cansado.
Me dispongo a dormir una semana, un mes;
no me hablen.Que cuando abra los ojos
hayan crecido los niños y todas las cosas sonrían.

Quiero dejar de pisar con los pies desnudos el frío.
Échenme encima todo lo que tenga calor,
las sábanas, las mantas, algunos papeles y recuerdos,
y cierren todas las puertas para que no se vaya mi soledad.
Quiero dormir un mes, un año, dormirme.
Y si hablo dormido no me hagan caso,
si digo algún nombre, si me quejo.

Quiero que hagan de cuenta que estoy enterrado,
y que ustedes no pueden hacer nada
hasta el día de la resurrección.
Ahora quiero dormir un año, nada más dormir

Jaime Sabines, Cansado




Rodeada de todo lo necesario, cuidada como una gata consentida, arrogante, mimada con todas las comodidades posibles, mi insatisfecho, desagradecido egoismo insiste en que todo ello resultará inútil, que ningún capricho será suficiente, que ningún descanso apagará esta inquietud... Rodeada de la suavidad y la paz que deberían bañarme en sosiego y llevarme al placer del sueño, este cuerpo impaciente, esta piel vestida de añoranzas, me susurran que ni las sábanas frescas, ni el vino oscuro, ni la música cuidadosamente elegida para endulzar mi noche, ni la luz ténue que apenas me alumbra, ni el húmedo aliento del verano entrando en mi ventana, serán el remedio, el somnífero, la cura y la promesa que aplaquen mi ansiedad...


Buenas noches...

jueves, 12 de julio de 2007




Ebrio de trementina y largos besos,
estival, el velero de las rosas dirijo,
torcido hacia la muerte del delgado día,
cimentado en el sólido frenesí marino.


Pálido y amarrado a mi agua devorante
cruzo en el agrio olor del clima descubierto,
aún vestido de gris y sonidos amargos,
y una cimera triste de abandonada espuma.


Voy, duro de pasiones, montado en mi ola única,
lunar, solar, ardiente y frío, repentino,
dormido en la garganta de las afortunadas
islas blancas y dulces como caderas frescas.


Tiembla en la noche húmeda mi vestido de besos
locamente cargado de eléctricas gestiones,
de modo heroico dividido en sueños
y embriagadoras rosas practicándose en mí.

Aguas arriba, en medio de las olas externas,
tu paralelo cuerpo se sujeta en mis brazos
como un pez infinitamente pegado a mi alma
rápido y lento en la energía subceleste.

Pablo Neruda, Poema 9
(de "Veinte poemas de amor y una canción desesperada")



Me emborracho sin vino, drogada, intoxicada por algo más intenso, más peligroso, más adictivo; y en unas manos sabias, implacables, tan misteriosas como íntimamente conocidas me convierto en material dócil, manejable, entregado a lo invisible, rendido a lo inesperado, vulnerable al deseo, diluído, fundido, dúctil, ávido del calor que me hace arder, hasta ser solamente esa impura materia que reclama volver a ser transformada otra y otra y otra vez...

Buenas, alquímicas noches...








martes, 10 de julio de 2007




Pequeña
rosa,
rosa pequeña,
a veces,
diminuta y desnuda,
parece que en una mano mía
cabes,
que así voy a cerrarte
y a llevarte a mi boca,
pero
de pronto
mis pies tocan tus pies y mi boca tus labios,
has crecido,
suben tus hombros como dos colinas,
tus pechos se pasean por mi pecho,
mi brazo alcanza apenas a rodear la delgada
línea de luna nueva que tiene tu cintura:
en el amor como agua de mar te has desatado:
mido apenas los ojos más extensos del cielo
y me inclino a tu boca para besar la tierra.


Pablo Neruda, En ti la tierra (de "Los Versos del Capitán - El amor")


Como hecho de tierra dorada, de barro caliente, de arcilla blanca, de suave arena.. Como vasija acogedora, urna cálida donde concentrarse, fondo infinito donde reposar... Como montaña o río, como océano rugiente o cielo templado, como sima oscura, abismo inquietante, ladera dulce de una cordillera inacabada... Como lisa playa esperando el beso de la marea.. Como campo en invierno, llamando, su piel sedienta, a la primavera...

Buenas noches.

Y buenas noches, Querelle....


domingo, 8 de julio de 2007




Llueve otra vez. Llueve de nuevo. Llueve:
siempre el amor me llega con la lluvia.
Sobre la calle una llovizna breve

y aquí en mi corazón, cómo diluvia...



Llueve. Y el agua cae sin relieve
sobre las piedras, ávidas de lluvia.
Aquí en mi corazón, cómo remueve;

aquí en mi corazón, cómo diluvia.



Siempre el amor me llega así. Sin ruido,
con silencioso paso estremecido:

niebla menuda que después diluvia.


Siempre el amor me llega así, callado,
con silencioso andar desesperado...

Y no sé dónde estás. Y está la lluvia

Julia Prituzky, Lluvia




Superviviente de mil naufragios y mil diluvios, de mil riadas y mil temporales; a salvo, tras mil vidas y mil heridas y mil muertes y mil resurrecciones; en calma tras mil noches de miedo y de oscuridad y de ausencia; curtido en mil batallas, regado mil veces por miles de lágrimas, mágicas gotas saladas, llenas de contradicciones, que duelen mientras alivian el dolor. A prueba de tormentas, sin rencores, sin secretos, mi corazón, bajo la lluvia, espera...

Buenas noches







sábado, 7 de julio de 2007









No se trata tan sólo de una herida
que supura deseo y que sosiega
a aquellos que la lamen reverentes,
o a los estremecidos que la tocan
sin estremecimiento religioso,
como una prospección de su costumbre,
como una cotidiana tarea conyugal;
o a los que se derrumban, consumidos,
en su concavidad incandescente,
después de haber saciado el hambre de la bestia,
que exige su ración de carne cruda.


No consiste tan sólo en ese triángulo
de pincelada negra entre los muslos,
contra un fondo de tibia blancura que se ofrece.
No es tan fácil tratar de reducirlo
al único argumento que se esconde
detrás de los trabajos amorosos
y de las efusiones de la literatura.


El cuerpo no supone un artefacto
de simple ingeniería corporal;
también es la tarea del espíritu
que se despliega sabio sobre el tiempo.
El arca que contiene, memoriosa,
la alquimia milenaria de la especie.
Así que los esclavos del deseo,
aunque no lo sospechen, cuando lamen
la herida más antigua, cuando palpan
la rosa cicatriz de brillo acuático,
o cuando se disuelven dentro de su hendidura,
vuelven a pronunciar un sortilegio,
un conjuro ancestral.

Nos dirigimos
sonámbulos con rumbo hacia la noche,
viajamos otra vez a la semilla,
para observar radiantes cómo crece
la flor de carne abierta.
La pretérita flor.
Húmeda flor atávica.
El origen del mundo.

Carlos Marzal, El origen del mundo.


Qué extraño poder, qué magia incomprensible, qué violenta atracción, irresistible, indomable, la provocada por la piel que deseamos acariciar, la despertada por el perfume que necesitamos respirar, la adivinada en el sabor de la boca que anhelamos besar...

Qué fuerza se esconde en la fragilidad del cuerpo amado, qué delicado secreto esconde cada pliegue y cada mirada, qué delicioso alimento el ofrecido, abundante, generoso, líquido o erguido, frutal o marino, tentador o inocente, en la carne abierta a nuestras manos, a nuestras lenguas, a nuestro deseo y finalmente, a nuestra total rendición...

Buenas noches.







viernes, 6 de julio de 2007


Quisiera ser convexo
para tu mano cóncava.


Y como un tronco hueco
para acogerte en mi regazo
y darte sombra y sueño.


Suave y horizontal e interminable
para la huella alterna y presurosa
de tu pie izquierdo
y de tu pie derecho.


Ser de todas las formas,
como agua siempre a gusto en cualquier vaso,
siempre abrazándote por dentro.


Y también como vaso
para abrazar por fuera al mismo tiempo.
Como el agua hecha vaso,
tu confín - dentro y fuera - siempre exacto.


Gerardo Diego, Quisiera ser convexo


Buscando la simetría, iluminando los abismos oscuros, completando los esbozos inacabados; reuniendo las piezas imprescindibles, el mecano infinito de dos cuerpos empeñados en fundirse; reconstruyendo, paso a paso, puntada a puntada, cuidadosa, tenazmente, con palabras curativas, con apasionada entrega, con roces precisos, delicados, pacientes, los pedazos dispersos, los desperdigados fragmentos, el ensamblaje, cóncavo y convexo, de la desgarrada tela del corazón...

Buenas noches.

jueves, 5 de julio de 2007


Vi tu cuerpo subir
en la luz irreal de la mañana,
ante el frío residuo de la nieve,
trepar las alambradas,
crecer contra la lluvia más oscura,
nacer arriba irresistible sobre
un universo concentracionario.
.
Del otro lado charcos y ojos quietos,
la latitud forzada de los días,
el canto oscuro y la labor oscura,
el ritmo monocorde de las manos impares.
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Tu cuerpo, such stuff, tu cuerpo,
as dreams are made on, habías repetido,
subía incontenible sobre todos los sueños.
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Para qué andar después las mismas avenidas,
contar los mismos pasos,
resucitar a qué otra misma muerte.
.
Vi tu cuerpo y aquella claridad secreta de tus ojos
abrir en grandes alas todo el aire.
Sobre las alambradas y la lluvia,
sobre la reiteración de los contornos,
sobre la resistencia ciega de los límites,
tu libre cuerpo juvenil nacía
como una inabatible bandera.
.
Jose Ángel Valente - The Tempest.
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A este lado la luz mortecina, la calima pegajosa, la lenta agonía del sol, y a ese lado, una luminosa oscuridad casi dolorosa en su calma, casi perfecta en su belleza. A este lado, el tiempo como una trampa llena de trucos sucios, y a ese lado, el espacio libre, el futuro incierto, la cascada incesante de los días y las noches. A este lado, el temor a perder lo que no aún es mío, y a ese lado, la inapelable certeza de que soy de quien soy porque soy quien soy. A este lado, la espera, la impaciencia, el ansia desesperada por alcanzar lo que persigo, y al otro lado, el amor como meta, la risa como premio, tu cuerpo, como pais y bandera y promesa y hogar...
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Buenas noches...
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(espero que te guste mi visión, Sofía... y a Bruja, también)
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