jueves, 24 de enero de 2008


No rechaces los sueños por ser sueños.
Todos los sueños pueden
ser realidad, si el sueño no se acaba.
La realidad es un sueño. Si soñamos
que la piedra es la piedra, eso es la piedra.
Lo que corre en los ríos no es un agua,
es un soñar, el agua, cristalino.

La realidad disfraza
su propio sueño, y dice:
«Yo soy el sol, los cielos, el amor».
Pero nunca se va, nunca se pasa,
si fingimos creer que es más que un sueño.

Y vivimos soñándola. Soñar

es el modo que el alma
tiene para que nunca se le escape
lo que se escaparía si dejamos
de soñar que es verdad lo que no existe.

Sólo muere

un amor que ha dejado de soñarse
hecho materia y que se busca en tierra.

Pedro Salinas, Largo lamento




Hay noches en que los sueños me transportan a las playas de mi infancia; sólo existe el y el sol y el tacto cálido del verano y las risas de la tarde y todo huele a pasado, a un pasado dulce que sé que no volverá. Hay noches de sueños inquietantes, noches de batallas y miedo, de ruidos y golpes, de violencia y gritos, noches en los que me apresuro, asustada como una niña, a huir hacia el refugio despierto de mi presente. Hay noches en las que los sueños se llenan de planes y preparativos para algún viaje, sueños de rutas por descubrir y mapas por descrifrar, sueños de viajes a paises escondidos, remotos, perdidos donde viven los deseos más secretos, sueños de viajes sin retorno del dolor a la alegría, aventuras deliciosas, peligrosas, incitantes que acaban siempre en el reino futuro, aún sólo imaginado, de tus brazos.

Buenas noches.






Banda sonora luminosa, porque se cumplirá, lo sé, ese soñado "ojalá estuvieras aquí":





martes, 22 de enero de 2008


Y las sombras se abrieron otra vez
y mostraron tu cuerpo:

tu pelo, otoño espeso, caída de agua solar,
tu boca y la blanca disciplina de sus dientes caníbales,
prisioneros en llamas

tu piel de pan apenas dorado y tus ojos de azúcar quemada,
sitios en donde el tiempo no transcurre,
valles que sólo mis labios conocen,
desfiladero de la luna que asciende a tu garganta
entre tus senos,

cascada petrificada de la nuca,
alta meseta de tu vientre,
playa sin fin de tu costado.

Tus ojos son los ojos fijos del tigre
y un minuto después
son los ojos húmedos del perro.

Siempre hay abejas en tu pelo.
Tu espalda fluye tranquila bajo mis ojos
como la espalda del río a la luz del incendio.

Aguas dormidas golpean día y noche
tu cintura de arcilla
y en tus costas,
inmensas como los arenales de la luna,

el viento sopla por mi boca
y su largo quejido cubre con sus dos alas grises

la noche de los cuerpos,
como la sombra del águila la soledad del páramo.

Las uñas de los dedos de tus pies
están hechas del cristal del verano.

Entre tus piernas hay un pozo de agua dormida,
bahía donde el mar de noche se aquieta,
negro caballo de espuma,

cueva al pie de la montaña que esconde un tesoro,
boca del horno donde se hacen las hostias,
sonrientes labios entreabiertos y atroces,
nupcias de la luz y la sombra, de lo visible y lo invisible
(allí espera la carne su resurrección
y el día de la vida perdurable).


Patria de sangre,
única tierra que conozco y me conoce,
única patria en la que creo,
única puerta al infinito.

Octavio Paz, Cuerpo a la vista




No es ya mi cuerpo sino tuyo, hecho a tu medida, abierto a tus manos, ofrecido a tu boca, suplicante de tu beso. No es ya mi piel sino tuya, dorada y húmeda en el calor del deseo, ardiente y ansiosa bajo tu peso, cautiva y feliz entre tus brazos. No es ya mi espalda, ni mis muslos, ni mi pecho... ya te pertenecen; tan ajenos a mi voluntad como sometidos a la tuya, tan esclavos de tu caricia como dueños del placer que te regalan,
tan dependientes de tu amor como libres para entregarse...

Buenas noches.






Banda sonora para sonreir, reir, reirse, a solas o acompañados:








lunes, 21 de enero de 2008




¡Cómo me dejas que te piense!
Pensar en ti no lo hago solo, yo.
Pensar en ti es tenerte,
como el desnudo cuerpo ante los besos,
toda ante mí, entregada.


Siento cómo te das a mi memoria,
cómo te rindes al pensar ardiente,
tu gran consentimiento en la distancia.


Y más que consentir, más que entregarte,
me ayudas, vienes hasta mí, me enseñas
recuerdos en escorzo, me haces señas
con las delicias, vivas, del pasado,
invitándome.


Me dices desde allá
que hagamos lo que quiero
—unirnos— al pensarte.
Y entramos por el beso que me abres,
y pensamos en ti, los dos, yo solo.

Pedro Salinas, Versos 1104 a 1121
(de "Razón de amor")




Pensar es sólo un nuevo abismo, una nueva trampa, pensar me hace creer, y creer me hace soñar. Pensar, pensarte, hacerte a la medida de mis brazos, concederte bula en mi cuerpo, doblegar mi orgullo a tu deseo. Pensar, pensar en ti, convertirte en la suave lluvia del verano y el sol tibio del invierno, transformar tu ausencia en caricia, tu adios en beso. Pensar, pensar en mí bajo tu peso, pensar en tu voz respondiendo a mis gemidos.. pensar pensarte, a solas, contigo.

Buenas noches







Banda sonora, para pensar en el añorado momento cuando el viajero regrese y se oiga su llamada en la puerta:








miércoles, 16 de enero de 2008




Entre mi amor y yo
han de levantarse trescientas noches
como trescientas paredes
y el mar será una magia entre nosotros.
No habrá sino recuerdos.

Oh tardes merecidas por la pena,
noches esperanzadas de mirarte,
campos de mi camino,
firmamento que estoy viendo y perdiendo...
Definitiva como un mármol
entristecerá tu ausencia otras tardes.



Jorge Luis Borges, Despedida





Porque me encontraste cuando estaba perdida y me devolviste el rumbo al regalarme tu luz; porque me hablaste cuando me aplastaba el silencio, y tu voz despertó a la mía; porque abriste mis ojos, ciegos de tan cerrados, cuando me miraste; porque me llevaste al mundo de caricias que había soñado siempre y siempre le había sido negado a mis dedos; porque pusiste en mis labios los besos y las risas; porque abriste el perfume de la alegría y me envolviste en la seda del deseo.. porque has sido mío sin pedirlo y serás mi dueño cuando así lo decidas.

Buenas noches.






Banda sonora para escuchar en la distancia, para hacerla menos dura, para guardarla en el corazón:



Shape of my Heart-Sting










.


jueves, 10 de enero de 2008







Aquí,
en esta orilla blanca
del lecho donde duermes,
estoy al borde mismo
de tu sueño. Si diera
un paso más, caería
en sus ondas, rompiéndolo
como un cristal. Me sube
el calor de tu sueño
hasta el rostro. Tu hálito
te mide la andadura
del soñar: va despacio.
Un soplo alterno, leve,
me entrega ese tesoro
exactamente: el ritmo
de tu vivir soñando.
Miro. Veo la estofa
de que está hecho tu sueño.
La tienes sobre el cuerpo
como coraza ingrávida.
Te cerca de respeto.
A tu virgen te vuelves
toda entera, desnuda,
cuando te vas al sueño.
En la orilla se paran
las ansias y los besos:
esperan, ya sin prisa,
a que abriendo los ojos
renuncies a tu ser
invulnerable. Busco
tu sueño. Con mi alma
doblada sobre ti
las miradas recorren,
traslúcida, tu carne
y apartan dulcemente
las señas corporales
por ver si hallan detrás
las formas de tu sueño.
No lo encuentran. Y entonces
pienso en tu sueño. Quiero
descifrarlo. Las cifras
no sirven, no es secreto.
Es sueño y no misterio.
Y de pronto, en el alto
silencio de la noche,
un soñar mío empieza
al borde de tu cuerpo;
en él el tuyo siento.
Tú dormida, yo en vela,
hacíamos lo mismo.
No había que buscar:
tu sueño era mi sueño.

Pedro Salinas, Versos 733 a 784
(de "Razón de amor")



Incierto y vago como un presagio, una premonición repentina; vehemente y apasionado, como un impulso irremediable, como el instinto irresistible; alegre y ruidoso, como niños en un parque; desvaído y gris, como un día de noviembre; desesperado y ardiente, como una primera cita; frío y ausente como una despedida definitiva... así transcurre cada día, vestido como personaje de una función interminable, disfrazado con ropas de alegría, escondido en las bambalinas del silencio, pisando un escenario de súbita tristeza, viviendo en el atrezzo de los sueños; actuando en una obra mil veces repetida, mil veces diferente, cuya primera palabra, siempre es “Tú”.

Buenas noches.





Banda sonora para ti, porque seas quién seas, eres tú:






miércoles, 9 de enero de 2008


Un cuerpo, un cuerpo solo, sólo un cuerpo,
un cuerpo como día derramado
y noche devorada;

la luz de unos cabellos
que no apaciguan nunca
la sombra de mi tacto;

una garganta, un vientre que amanece
como el mar que se enciende
cuando toca la frente de la aurora;

unos tobillos, puentes del verano;
unos muslos nocturnos que se hunden
en la música verde de la tarde;

un pecho que se alza
y arrasa las espumas;
un cuello, sólo un cuello,

unas manos tan sólo,
unas palabras lentas que descienden
como arena caída en otra arena…

Esto que se me escapa,
agua y delicia obscura,
mar naciendo o muriendo;

estos labios y dientes,
estos ojos hambrientos,
me desnudan de mí

y su furiosa gracia me levanta
hasta los quietos cielos
donde vibra el instante:

la cima de los besos,
la plenitud del mundo y de sus formas.

Octavio Paz, IV
(de "Bajo tu clara sombra")




Vibrante y clara, como una nota pura afinando su sonido, mi voz te está llamando mientras mi cuerpo te espera en silencio. Abierta y dócil, como una flor extraña traída de un país lejano, mi piel te ofrece su perfume mientras mis labios preparan su beso. Desnuda y frágil, como una ráfaga de brisa, como el vuelo de una pluma, como el sueño de un pequeño dios, mi caricia busca encontrarte, se entretiene en tu nuca, invade tu pecho, se hace dueña de tu espalda, peregrina hambrienta, insaciable viajera por tu sexo...

Buenas noches







Banda sonora para los que viajan con un rumbo incierto pero nunca totalmente desconocido:











.

sábado, 5 de enero de 2008




Quizá mis lentos ojos no verán más el sur
de ligeros paisajes dormidos en el aire,
con cuerpos a la sombra de ramas como flores
o huyendo en un galope de caballos furiosos.

El sur es un desierto que llora mientras canta,
y esa voz no se extingue como pájaro muerto;
hacia el mar encamina sus deseos amargos
abriendo un eco débil que vive lentamente.

En el sur tan distante quiero estar confundido.
La lluvia allí no es más que una rosa entreabierta;
su niebla misma ríe, risa blanca en el viento.
Su oscuridad, su luz son bellezas iguales.


Luis Cernuda, Quisiera estar sólo en el Sur



Como un reflejo cegador de mi propia imagen, una copia perfecta de todos mis secretos, una réplica exacta de todos mis deseos, te descubro, imprescindible, siendo parte de mí, te reconozco, inconfundible, en mi mirada. Gemelos que, sin saberlo, se completan; piezas aisladas que sólo tienen sentido juntas; mitades de un mismo todo que se buscan, que se llaman, que intuyen, entre el temor y el desconcierto, entre la sorpresa y el placer, lo irremediable, lo inseparable de su destino.

Buenas noches.




Banda sonora para aquellos que saben descubrir las semejanzas en quienes, aparentemente, son diferentes:






viernes, 4 de enero de 2008



Nadadora de noche, nadadora
entre olas y tinieblas.
Brazos blancos hundiéndose, naciendo,
con su ritmo
regido por designios ignorados,
avanzas
contra la doble resistencia sorda
de oscuridad y mar, de mundo oscuro.

Al naufragar el día,
tú, pasajera
de travesías por abril y mayo,
te quisiste salvar, te estás salvando,
de la resignación, no de la muerte.

Si te rompen las olas, desbravadas,

hecho su asombro espuma,
arrepentidas ya de su milicia,
cuando tú les ofreces, como un pacto,
tu fuerte pecho virgen.

Se te rompen

las densas ondas anchas de la noche
contra ese afán de claridad que buscas,
brazada por brazada, y que levanta
un espumar altísimo en el cielo;
espumas de luceros, sí, de estrellas,
que te salpica el rostro
con un tumulto de constelaciones,
de mundos. Desafía
mares de siglos, siglos de tinieblas,
tu inocencia desnuda.

Y el rítmico ejercicio de tu cuerpo

soporta, empuja, salva
mucho más que tu carne. Así tu triunfo
tu fin será, y al cabo, traspasadas
el mar, la noche, las conformidades,
del otro lado ya del mundo negro,
en la playa del día que alborea,
morirás en la aurora que ganaste.

Luis Rosales, Versos 1439 a 1475
(de "Razón de amor")



Río manso o mar embravecido, lluvia gris o luminosa nieve, torrente impetuoso o dócil fuente regalando frescura, destructora riada o benéfica ribera.. soy agua en tus manos, soy remedio para tu sed y alivio para tu cansancio, imprevisible corriente abriendo caminos húmedos, manantial dulce buscando la caricia de tu boca, marea incontrolable lamiendo tu cuerpo, cascada imparable cayendo hacia tu abismo, lago dormido que se despierta sobre tu piel, secreto venero, desconocido, escondido afluente descubriendo el sentido de su origen, la razón de su cauce y su viaje, en tu orilla.

Buenas noches





Banda sonora acuática, deslizante, resbaladiza, mojada de ansiedad, remanso de deseos:











miércoles, 2 de enero de 2008


Esta noche al oído
me has dicho dos palabras comunes.
Dos palabras cansadas de ser dichas.
Palabras que de viejas son nuevas.
Dos palabras tan dulces
que la luna que andaba
filtrando entre las ramas
se detuvo en mi boca.
Tan dulces dos palabras
que una hormiga pasea por mi cuello
y no intento moverme para echarla.
Tan dulces dos palabras
—que digo sin quererlo—
¡oh, qué bella, la vida!
Tan dulces y tan mansas
que aceites olorosos
sobre el cuerpo derraman.
Tan dulces y tan bellas
que nerviosos, mis dedos,
se mueven hacia el cielo
imitando tijeras.
Oh, mis dedos quisieran
cortar estrellas

Alfonsina Storni, Dos palabras




Basta tu voz para revivirme, tu voz para calmarme. Basta tu voz en mi oido para regalarme otra noche de dulzuras, otro día de esperanza. Bastan tu voz y tus palabras, mágicas palabras envueltas en el humo de la ausencia, para hacerme soñar con tu piel sobre la mía. Basta tu voz, tu voz susurrando indecencias, reclamando mi respuesta, exigiendo mi entrega, para hacer de mis dedos los tuyos, para hacer de mi deseo, el tuyo.

Buenas, ardientes noches...




Banda sonora de año recien estrenado pero de aún no cumplido deseo: