domingo, 27 de abril de 2008



.........

dices palabras con árboles/
tienen hojas que cantan
y pájaros que juntan sol/

tu silencio
despierta
los gritos
del mundo/

.........

tu voz está oscura
de besos que no me diste/
de besos que no me das/
la noche es polvo de este exilio/

tus besos cuelgan lunas
que hielan mi camino/y
tiemblo
debajo del sol/

.........

un viento de separados/
de besos que no nos dimos/
doblega al trigo de tu vientre/
sus azucenas con sol/

ven/
o querré no haber nacido/
trae tu agua clara/
las ramas florecerán/

.........

mira esto:
soy un niño roto/
tiemblo en la noche
que cae de mí


Juan Gelman, Fragmentos
(de "Dibaxu")



Piedras y cristales bajo mis pasos, este camino se hace cada noche más abrupto, más difícil, más agotador. Sólo me acompaña, fiel e inevitable, el miedo. Sólo me habla, oscura y triste, la voz de la duda. Sólo me sigue, persistente y cruel, la sombra de todos esos sueños, de todos y cada uno de esos sueños que fueron míos y que ahora se dispersan, se disuelven, desaparecen, sólo piedras y cristales, a cada paso que doy.

Buenas noches...



Banda sonora reincidente en la melancolía y en la inquietud, y, a pesar de todo, en la esperanza frente a la incertidumbre:






jueves, 24 de abril de 2008




¿No has pensado en que todo atardezca?

¿O no está para ti ya atardecido todo?

Oscuridad que surca las calles y los montes,
olas de un mar frío, bajo filos de luna...

¿Este combate es la vida? ¿La espesura y la lanza,
los ponientes de bruma, el todos
contra todos,
mientras pájaros sonríen y silban
las serpientes,
rocas granates en un poniente frío?


¡Qué importaría el fin de todo,
tan absurdo
y tan bello,
como el adolescente que acaba con su vida!

Solo veo sombras y cansancio y muerte.


Sueño con un viaje infinito,
un cómodo viaje
en un avión sin ruta,
semi-inconsciente, sin puerto ni motivo...

Contra el odio, se nutre el corazón en lejanía.

Luis Antonio de Villena, Me busqué y me rebusqué a mí mismo


Dónde están, dime...

Dónde están las horas lentas con las que se calmaba mi ansia, y los rápidos susurros que despertaban mi deseo. Dónde están los minutos suspendidos en sonrisas, los segundos eternos de palabras y secretos. Dónde, dime, dónde está la magia que convertía mi celda en vuelo, mi espera en esperanza, mi escasa fuerza en fuerza invencible. Dónde está la certeza que me hacía despertar, la promesa que me hacía soñar. Dónde se esconden, dónde han quedado, dónde están, dime, las llamas y el fuego, la llamada y la caricia, la misteriosa luz que transformaba la noche en delicia y fiesta.

Dímelo, dime: dónde están?




Banda sonora para los que aún no están completamente convencidos de que los cuentos de hadas no sean verdad:

Sunrise Ave
Fairytale Gone Bad







viernes, 18 de abril de 2008







"Paraíso sin ti, ni imagino ni quiero"
Julio Aumente




Yo aguardo la señal para reconocerte.

Cada noche, mientras tiembla el invierno
y abatida la lluvia se derrama
y el frío elige calles y restalla cordeles,
indóciles cabellos de pronto destrenzados,
yo aguardo la señal.

Y te busco incesante, y en la música entro:
acolchada la puerta se cierra tras de mí,
la sombra me golpea y mis ojos insisten,
suelta lanza dispersa y confundida.

Por el esbelto nardo y el armonioso alerce,
sauce, flor, el oro se desnuda,
gráciles piernas, bosques, enramadas:
dime, serpiente, dónde tus anillos.

Irresistible seductora mía, sin ti mi rostro
es fervoroso girasol anclado, es alabanza inerte,
no selva trastornada, no subterránea herida
ni belleza.

Sin deseos, sin sed, sin perseguido abismo,
sin que aceches y ofrezcas y arrebates,
qué jardín, dime tú, qué jardín
se podría llamar paraíso o delicia.

Mi tentación hermosa,
cada noche te busco, cada noche.
Y aguardo tu señal, transida ya de ti
para reconocerte y entregarme.

Ana Rossetti, "Llámame".




Dime qué miras cuando me ves.
Dime a quién ves cuando me miras...

La mujer niña, travesura en sus palabras, juego en sus silencios, desvelada entre las sábanas.
La mujer rota, cansada, asustada ante el futuro, sóla hoy como ayer, siempre huyendo, siempre dudando.
La mujer camaleón, maquillada de colores frívolos, escondida en el frágil disfraz de una imposible serenidad inventada, imaginando escenarios, improvisando guiones.
La mujer ardiente, prometiendo y sugiriendo las delicias que se adivinan en su piel; venenosa en su simple, adictiva inocencia; ofreciendo, desnuda, complaciente, la sorpresa que buscas en sus gestos, la imagen deseada que necesitas.

Buenas noches, cuando éstas lleguen.





Banda sonora para los que saben que nunca se debe decir "nunca"...


Shirley Bassey
Never, never, never