jueves, 17 de mayo de 2007




El olfato no huele, ojo no mira.
Ni gusta lengua ni conoce el seso.
Eso sabemos, corazón que aspira.
Tan sólo eso.
Quién pudiera cual tú mirar tan leve
esta colina que una paz ya toma:
mirar el campo con amor, con nieve:
poder llamarlo fresca luz, paloma.

Quién pudiera cual tú tocar tu mano,
saber que es mano y conocer su sino,
saber tu hueso fatigado, humano,
pensar el viento que en la noche vino.

Saber qué es este ruido, esta nonada,
este grito que nace de un abismo,
de una tristeza tan desconsolada
como el amor que surge de ti mismo.

Saber la luz y conocerla hermosa,
mirar el cuerpo y conocer su brío,
mirar la noche que en la paz reposa,
fuente sellada al pensamiento mío...

Mirarte a ti, mirar a tu ternura
cuando contemplas mi dolor humano
y me suavizas en la noche pura
con la caricia de tu blanca mano...

Quién pudiera decirte amor, abrigo
de mi vivir, y en lenta letanía
llamarte luz, nombrarte viento amigo,
campo feliz y cielo de armonía.

Carlos Bousoño, Pero cómo decírtelo


Callo y me obligo a creer que no existe lo que callo. Callo, rodeada de ruido, envuelta en mil sonidos, armada con ausencias que me hagan invisible. Callo mi boca, fingiendo una calma que me elude, tramposa, astuta, escurridiza. Callo, ignorando los borbotones de voz, la avalancha descontrolada de sílabas enlazadas como amantes, recogiendo las palabras esparcidas, desplegadas en cada mirada que oculto, en cada sonrisa que ensayo, en cada movimiento, anhelante, expresivo, locuaz, desnudo de mi cuerpo, enmudecido en estruendoso silencio.

Buenas noches, llenas de susurros.







5 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Lo ve? Bousoño y la foto de hoy sí han dado en mi punto flaco. Tengo por algún lado olvidado una antología del poeta y gracias a Ud. volveré a ella.

Y la foto me pone. Sí señora, me pone muchísimo. Guantes largos, medias negras y la bufanda, el chal o lo que sea eso tapando el centro estratégico... tapándolo lo justo antes de retirarlo a bocados y hundir la lengua en... bueno, vamos a dejarlo aquí.

Respecto al comentario, me ha hecho pensar en el verso de Neruda.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente...

Pues a mí me gusta cuando no se calla, no está ausente y escribe el mapa...

Siga escribiendo, haga el favor. Y no se olvide de las fotos hardcore, please. ;-)

Sofía dijo...

Bendíceme libre
y soporta
mis negativas.
Acércate cuando
te invite,
y cuando
te descuide,
aprende a esperarme.
Acéptame siendo de otro
y aprende a amar.


Maram al-Masri - Poema 63 de "Cereza roja sobre losas blancas".




Acéptame tal como soy, con mis luces y mis sombras, con mis compromisos y mis esclavitudes, con mis alegrías y mis enfados, y aprende a amar...

El amor -como la letra- con sangre entra. Aprendemos a bastonazos, a golpe de prueba-error y sufrimiento. O nos morimos en la más absoluta y triste de las ignorancias.

No sé por qué (o sí, pero no hace al caso) tengo esta noche una noche boba, lánguida y ligeramente acre. Y eso que soy razonablemente feliz... el problema es que he extraviado el botón de desconectar la caja de las ideas.

Pienso, luego padezco. Voy a ver si me practican una buena "lobo".

'nas noches, y eso.

Blues dijo...

ESA FLOR INSTANTÁNEA.

Miedo a perderse ambos,
vivir el uno sin el otro:
miedo a estar alejados
en el viento de la niebla,
en los pasos del día,
en la luz del relámpago,
en cualquier parte. Miedo
que les hace abrazarse,
unirse en este aire
que ahora juntos respiran.
Y se buscan y se buscan
esa flor instantánea
que cuando se consigue
se deshace en un soplo
y hay que ir a encontrar otras
en el jardín umbrío.
Miedo; bendito miedo
que propicia el deseo
la agonía y el rapto,
de los que mueren juntos
y resucitan luego.

José A. Goytisolo.

D.K. dijo...

Me desespero,
porque el boli no me ayuda
a escribir lo que quiero.
El papel está en la luna vestido de cuero.
Y esperando que otra vez vuelva a vivir.

Es un castigo
escribir una canción
a ver qué digo.
Que no estoy ni bien sin ti
ni bien contigo.
Que los sueños se me fueron
ya a dormir.

Igual, exactamente igual,
son todos los momentos,
muy mal, lo vuelvo hacer muy mal,
prometo que lo siento.

Es como siempre,
la tristesa ha llegao ya
yo le digo que entre ,
que me venga a contagiar
de su mala suerte,
yo me caigo
y no me intento levantar.

Muerto de celos,
la peor enfermedad siendo sinceros,
una cura de humldad en un cenicero,
un remedio que nunca debe llegar.

Callar, cansado de callar,
en el mejor instante.
Saltar, conseguiré saltar,
y ponerme delante.

Hoy se alarga la madrugada.
Hoy mi cama parece helada.
Hoy los ojos no se me cierran
y aun así no veo nada.

Hoy se alarga la madrugada.
Hoy mi cama parece helada.
Hoy los ojos no se me cierran
y aun así no veo nada.

Son las semanas,
sin ninguna novedad
y con muy pocas ganas.
Nada más que reventar
y con un par de alas,
las que agobian
mis ansias de caminar.

Codo con codo,
primavera y tempestad
luchando en el lodo,
una mezcla de maldad
y de buenos modos,
un recuerdo
que nunca quiero olvidar.

Sentir, volviéndolo a sentir,
ya todo es diferente.
Decir y ¿qué quiero decir?
Que a mí nunca me miente.

Hoy se alarga la madrugada.
Hoy mi cama parece helada.
Hoy los ojos no se me cierran
y aun así no veo nada.

Hoy se alarga la madrugada.
Hoy mi cama parece helada.
Hoy los ojos no se me cierran
y aun así no veo nada.

ME DESESPERO. KONSUMO RESPETO.

Buenas noches, Exilio. Un beso.

Anónimo dijo...

Una estrella fuga
un pensamiento
que apenas late
un relámpago.

Las nubes apaciguan
el frenesí
de las horas de sol.

[i]El corazón recuerda,
los colores,
El ocaso infinito
de una tarde
de primavera.[/i]

( El canto de las golondrinas
apagan
las luces del ocaso. )

Será mía, esta noche
de incienso y placer,
la esfinge
de la madrugada,
la piel rosada
de las horas oscuras.

El cielo en mis manos
y las estrellas
llenando vacíos,
como bocas abiertas
en la bóveda negra.

El tiempo es penumbra,
y nada, es nada...
...un sueño.

Quizás no tenga que ver con lo escrito, pero me vino así a la cabeza. Buenos dias o así.