sábado, 25 de agosto de 2007






No es nada de tu cuerpo,
ni tu piel, ni tus ojos, ni tu vientre,
ni ese lugar secreto que los dos conocemos,
fosa de nuestra muerte, final de nuestro entierro.

No es tu boca —tu boca
que es igual que tu sexo—,
ni la reunión exacta de tus pechos,
ni tu espalda dulcísima y suave,
ni tu ombligo, en que bebo.

Ni son tus muslos duros como el día,
ni tus rodillas de marfil al fuego,
ni tus pies diminutos y sangrantes,
ni tu olor, ni tu pelo.

No es tu mirada —¿qué es una mirada?—
triste luz descarriada, paz sin dueño,
ni el álbum de tu oído, ni tus voces,
ni las ojeras que te deja el sueño.

Ni es tu lengua de víbora tampoco,
flecha de avispas en el aire ciego,
ni la humedad caliente de tu asfixia
que sostiene tu beso.

No es nada de tu cuerpo,
ni una brizna, ni un pétalo,
ni una gota, ni un gramo, ni un momento:
Es sólo este lugar donde estuviste,
estos mis brazos tercos.
Jaime Sabines - Poemas sueltos


Está en mi casa, me rodea, me evita, me sigue, me precede. Está en la calle, me deslumbra, me acosa, me ignora, me adelanta, se queda atrás. Está en el aire, vuela, flota, me impregna, me intoxica, me abandona súbitamente, me posee con repentina intensidad. Está en las sombras, acechante, camuflado, discreto, invisible, absolutamente presente, dolorosamente lejano. Está en cada nota, en cada libro, en cada bebida, en cada sueño, en cada palabra que callo, en cada amargo despertar a solas. Está conmigo, tanto más cerca cuanto más ausente...

Buenas noches..


Banda sonora de un sábado de tregua:



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