jueves, 9 de agosto de 2007



Entre mis manos vives
en confusión de nacimiento y corazón herido,
como desvanecerse o contemplar
un alto simulacro de ruinas;
sobre mis dedos mueres,
materia pensativa que se abate
bajo el murmullo de mi tacto,
y eres tristeza en mí,
suave como la forma de la nieve,
como cerrar la puerta
o mirar la inocencia de una pluma.

Nacida para mi caricia,
con un perdón que olvida y un comienzo
de éxtasis y aromas,
me acerco hacia tu aliento,
tu oído con mis labios toco y digo
que nuestro amor es agonía,
que escuches mi temor y mi palabra de humo
y que yo, como tú, de noche oigo
cómo se pierde el pensamiento,
confuso entre mi carne y tu recuerdo.

Mas retiro mi rostro de tus ojos
porque ya no podré pensar una palabra
que no habite tu nombre,
y porque surges hasta del silencio
como enemiga que desdeña el arma
y de improviso nace entre las sombras,
cuando sin ti yo no sería
sino un olvido abandonado
entre las ruinas de mi pensamiento.

Ali Chumacero, Entre mis manos


Todo es confuso e incomprensible, todo se vuelve oscuro arcano por descifrar, todo es un acertijo, una prueba, un enigma que resolver, un secreto escondido, un misterio por descubrir. Todo se viste de niebla, todas las certezas se diluyen, todos los sueños se apagan, todo lo que es lumbre cálida, brisa de verano, caricia y deseo, se transforma en invierno y hielo y ausencia y miedo.

Todo es confuso sin tu voz, todo es absurdo sin tu luz, todo es nada, sin ti...

Buenas noches...




Banda sonora nocturna:



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