jueves, 13 de septiembre de 2007




En mi cielo al crepúsculo eres como una nube
y tu color y forma son como yo los quiero.
Eres mía, eres mía, mujer de labios dulces,
y viven en tu vida mis infinitos sueños.

La lámpara de mi alma te sonrosa los pies,
el agrio vino mío es más dulce en tus labios:
oh segadora de mi canción de atardecer,
cómo te sienten mía mis sueños solitarios!

Eres mía, eres mía, voy gritando en la brisa
de la tarde, y el viento arrastra mi voz viuda.
Cazadora del fondo de mis ojos, tu robo
estanca como el agua tu mirada nocturna.

En la red de mi música estás presa, amor mío,
y mis redes de música son anchas como el cielo.
Mi alma nace a la orilla de tus ojos de luto.
En tus ojos de luto comienza el país del sueño.


Pablo Neruda, Poema 16
(De "Veinte poemas de amor y una canción desesperada")



Acéptalo: eres suya. Tus ojos lo saben y lo repiten en cada mirada, tu imagen lo grita al espejo, tu piel lo nota a cada momento, tu cuerpo lo presiente cada día, tu sexo lo adivina cada noche. Suya, entre todas las mujeres. Suya, sobre todas las cosas. Suya, impaciente o entregada, despierta o dormida, lejos de sus manos o a su lado. Suya, para lo imposible. Suya, para lo impensable.

Eres suya: acéptalo.

Buenas noches.




Banda sonora de jueves, víspera de un viaje muy deseado (y aprovecho para decirles que estaré fuera hasta el lunes pero que, aunque pensaré en uno de ustedes más que en el resto, también pensaré en y añoraré a los demás...)


1 comentario:

Anónimo dijo...

La esperamos con impaciencia. Andaremos un poco perdidos sin poder consultar el mapa.

¿La etiqueta "do not disturb" no es para los enganchados al mapa, no?

Ya sabemos que no. Disfrute a fondo el weekend en buena compañía...

Buenas noches.