martes, 4 de diciembre de 2007



Perdóname por ir así buscándote
tan torpemente, dentro
de ti.
Perdóname el dolor, alguna vez.

Es que quiero sacar
de ti tu mejor tú.
Ése que no te viste y que yo veo,
nadador por tu fondo, preciosísimo.

Y cogerlo
y tenerlo yo en alto como tiene
el árbol la luz última
que le ha encontrado al sol.

Y entonces tú
en su busca vendrías, a lo alto.
Para llegar a él
subida sobre ti, como te quiero,

tocando ya tan sólo a tu pasado
con las puntas rosadas de tus pies,
en tensión todo el cuerpo, ya ascendiendo
de ti a ti misma.

Y que a mi amor entonces, le conteste
la nueva criatura que tú eras.

Pedro Salinas, Versos 1449 a 1470
(de "La voz a ti debida")




Seguiré buscando aunque sepa cuán difícil es hallarte en tu viaje. Seguiré tu paso, hecho de huellas invisibles, de pequeños rastros de lectura secreta, de inciertos trazos por caminos oscuros. Seguiré dejando mi puerta abierta, mi fuego ardiendo, mi luz encendida, mi cuerpo alerta... y cuando des la vuelta y regreses , cuando llegues a mi casa iluminada, cuando entres en mi cuarto hecho para acogerte, cuando tu piel fría se abra camino entre las tibias sábanas, sabrás que has encontrado a quien sabe, con certeza inexplicable, con incontestable claridad, quién eres y qué quieres.

Buenas noches



Banda sonora suave, muy suave, para un martes áspero, muy áspero:







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