miércoles, 5 de diciembre de 2007


Me he acostumbrado
a beber la noche lentamente,
porque sé que la habitas,
no importa dónde,
poblándola de sueños.

El viento de la noche
abate estrellas temblorosas
en mis manos,
que aún no se conforman,
viudas inconsolablesde tu pelo.

En mi corazón se agitan
los pájaros que en él sembraste
y a veces les daría la libertad que exigen
para volver a ti,
con el helado filo del cuchillo.

Pero no puede ser.
Porque estás tan en mí,
tan viva en mí,
que si me muero
a ti te moriría.


Juan Gelmán, Estoy sentado como un inválido en el desierto de mi deseo de ti


Hay noches que se llenan con las mil palabras que deseo susurrarte;noches en las que no es suficiente tenerte cerca si no que es necesario tenerte dentro; noches en las que mi piel sólo busca el ausente abrazo de la tuya; noches en las que la oscuridad te hace más visible a mis ojos; noches en las que la fiebre que me invade sólo podría calmarse con el fuego de tus dedos.

Hay noches, noches hermosas y frías, noches oscuras y brillantes, como esta noche, en la que sólo tú puedes hacerme ser yo...


Buenas noches... no se quemen!!



Banda sonora enfebrecida, ardiente, volcánica, prendida en fuego, reluciente de deseo:



No hay comentarios: