martes, 20 de noviembre de 2007




Mi ser fluye en tu música,
bosque dormido en el tiempo,
rendido a la nostalgia de los lagos del cielo.

¿Cómo olvidar que soy oculta melodía
y tu adusta penumbra voz de los misterios?

He interrogado los aires que besan la sombra,
he oído en el silencio tristes fuentes perdidas,
y todo eleva mis sueños a músicas celestes.

Voy con las primaveras que te visitan de noche,
que dan vida a las flores en tus sombras azules
y me revelan el vago sufrir de tus secretos.

Tu sopor de luciérnagas es lenta astronomía
que gira en mi susurro de follaje en el viento
y alas da a los suspiros de las almas que escondes.

¿Murió aquí el cazador, al pie de las orquídeas,
el cazador nostálgico por tu magia embriagado?
Oh, bosque: tú que sabes vivir de soledades
¿adonde va en la noche el hondo suspirar?

Vicente Gerbasi, Bosque de música
(de "Bosque doliente")



Suena el ligero crepitar de la lluvia, el dulce repiqueteo del agua en la ventana, el lento ritmo de las gotas empapando los cristales, la acompasada melodía de viento y nubes envolviendo la noche. Y escucho cada sonido como si se tratase de una música expresamente compuesta para mí; destinada a cubrir con su eco de niebla, cada tristeza, cada dolor, cada miedo hasta convertirlos en invisibles; dirigida a acariciar con su rastro húmedo el rostro dormido de mis sentidos; intencionada a despertar con su beso nocturno el latido ralentizado de mi deseo...

Esta noche, suena sólo para mí, una música de lluvia, de viento, de oscuras notas, de luminosa voz de idioma secreto. Y soy feliz.

Buenas noches.



Banda sonora para viajar por un martes atípico, lleno de música e incapacitado para hacer daño:





1 comentario:

Didier dijo...

:-)

Ays, que güay imaginarte oyendo la lluvia en la noche, feliz.

Besos desde mi orilla.