miércoles, 5 de marzo de 2008








«Cada palabra es una herida mortal. Debo tener cuidado»
Jorge Díaz



Noche, palabra mía henchida de sucesos
La aflicción, el vacío, la muerte, la tiniebla
avivan en tus sílabas sus temores y ansias.

Extenuado nombre, fatigada corola,
para caer de ti como cansino pétalo,
o hundirse en tus confines, abiertos, afilados,
beso ardiente, última sensación,
locura extrema.

Noche, noche, amor mío,
¿es que acaso me atreveré a saltar
traspasada de ti hasta la muerte?

Lengua: nupcial espada.
Apenas te mencione, convocadas estrellas
insistirán solícitas mostrando el desvarío
de tus ojos vibrátiles.

Oh noche, qué incitante, qué turbadora eres;
madre devoradora, acercas tu regazo,
y cómo quiero huir, cómo desertar quiero
de tus lágrimas ávidas, cómo intento esconderme
de tus manos, oh noche, mi tristeza.

Y quizás seas la única, la palabra final
que todo amor explique.
Y el estremecimiento.
Y el magnífico instante que ni aún la memoria
más fiel y enamorada consiente en repetir.

Noche, tristeza mía, todavía es posible
que te llame, y me abreve en el láudano amargo
que destilan tus letras. Que a tu herida entregue
y a tu abismo, mi tristeza, mi noche,
todavía es posible.

Oh noche mía, acaso... acaso te amaría.


A James Forestal, que se arrojó al
vacío antes de terminar de escribirla palabra “ruiseñor”,
es decir,”NIGHTingale”



Nightingale, Ana Rossetti





No hay oscuridad tan viva, tan intensa, tan envolvente como la que vive en mí, la que guardo, enterrada, escondida, bajo mi piel. No hay noche más fría, más gélida, más hiriente, más insomne que la que se extiende ante mis ojos cuando los cierro. No hay tacto más cruel, más doliente, más implacable que el de la ausencia de tus manos en mi espalda, que el de la falta de tus labios en mi boca. No hay imagen más triste, más mordiente, más desolada, más angustiosa que la de mi cuerpo abandonado entre las sábanas, que la de mis sueños detenidos en la lenta infinidad del reloj, que la de mis deseos incumplidos resguardándose bajo la liviana protección de la esperanza...


Buenas noches...





Banda sonora cálida para estas noches heladoras:





2 comentarios:

Unknown dijo...

Cualquiera que haya amado, sabe tambien de desencuentros y de olvidos. Por eso es dificil para aquellos que han amado, con ese amor absorvente, ardiente, arrasador de todo lo anterior, le es dificil no encontrar una similitud con situaciones pasadas o presentes y sentirlas en primera persona. Y así si en su anterior mapa senti la soledad, en este siento la leve esperanza del deseperado, la que se niega a perder.
Gracias por hacerme sentir.

Anónimo dijo...

Vengo en busca de algo de música, de palabras amigas, de algunos versos.

Como siempre, lo he encontrado todo gracias a su generosidad. Todo suena un poco triste, pero el placer de leerla es suficiente.

Buenas noches.