Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo,
porque en el fondo es todo
como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía,
todo eso es tan poco
yo lo quiero de vos porque te quiero.
Que mires más allá de mí,
que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito de tu entrega
se estrelle en la cara de un jefe de oficina,
y que el placer que juntos inventamos
sea otro signo de la libertad.
Julio Cortázar, Una carta de amor
Preguntas sin respuesta, misterios sin resolución, problemas sin explicación, pequeños arcanos diarios que se despiertan cada noche y se alían con el insomnio: cómo será el olor de tu cuello, el sabor de tu piel, el tacto de tu boca, el sonido de tu respiración a mi lado, el color de tus abrazos; cómo nacerá tu sonrisa, cómo sonará mi nombre en tu voz, cómo te inclinarás a besarme, cómo compartirás el universo que hemos construido a distancia, cómo, finalmente, reconocerás en mí todo lo que tú eres.
Buenas noches
miércoles, 5 de septiembre de 2007
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