Nadadora de noche, nadadora
entre olas y tinieblas.
Brazos blancos hundiéndose, naciendo,
con su ritmo
regido por designios ignorados,
avanzas
contra la doble resistencia sorda
de oscuridad y mar, de mundo oscuro.
Al naufragar el día,
tú, pasajera
de travesías por abril y mayo,
te quisiste salvar, te estás salvando,
de la resignación, no de la muerte.
Si te rompen las olas, desbravadas,
hecho su asombro espuma,
arrepentidas ya de su milicia,
cuando tú les ofreces, como un pacto,
tu fuerte pecho virgen.
Se te rompen
las densas ondas anchas de la noche
contra ese afán de claridad que buscas,
brazada por brazada, y que levanta
un espumar altísimo en el cielo;
espumas de luceros, sí, de estrellas,
que te salpica el rostro
con un tumulto de constelaciones,
de mundos. Desafía
mares de siglos, siglos de tinieblas,
tu inocencia desnuda.
Y el rítmico ejercicio de tu cuerpo
soporta, empuja, salva
mucho más que tu carne. Así tu triunfo
tu fin será, y al cabo, traspasadas
el mar, la noche, las conformidades,
del otro lado ya del mundo negro,
en la playa del día que alborea,
morirás en la aurora que ganaste.
Luis Rosales, Versos 1439 a 1475
(de "Razón de amor")
Río manso o mar embravecido, lluvia gris o luminosa nieve, torrente impetuoso o dócil fuente regalando frescura, destructora riada o benéfica ribera.. soy agua en tus manos, soy remedio para tu sed y alivio para tu cansancio, imprevisible corriente abriendo caminos húmedos, manantial dulce buscando la caricia de tu boca, marea incontrolable lamiendo tu cuerpo, cascada imparable cayendo hacia tu abismo, lago dormido que se despierta sobre tu piel, secreto venero, desconocido, escondido afluente descubriendo el sentido de su origen, la razón de su cauce y su viaje, en tu orilla.
Buenas noches
Banda sonora acuática, deslizante, resbaladiza, mojada de ansiedad, remanso de deseos:
viernes, 4 de enero de 2008
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2 comentarios:
La palabra es verso. El verso es la palabra.
Hoy no he encontrado la palabra mágica.
Pero, como siempre, encontré su palabra.
Me ha encantado tu blog, de verdad. Has unido magníficamente la belleza de la palabra poética con la belleza de las fotografías de cuerpos bellísimos.
Una observación, no obstante: el poema "Nadadora de noche..." no es de Luis Rosales, sino de Pedro Salinas.
Saludos
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