Y las sombras se abrieron otra vez
y mostraron tu cuerpo:
tu pelo, otoño espeso, caída de agua solar,
tu boca y la blanca disciplina de sus dientes caníbales,
prisioneros en llamas
tu piel de pan apenas dorado y tus ojos de azúcar quemada,
sitios en donde el tiempo no transcurre,
valles que sólo mis labios conocen,
desfiladero de la luna que asciende a tu garganta
entre tus senos,
cascada petrificada de la nuca,
alta meseta de tu vientre,
playa sin fin de tu costado.
Tus ojos son los ojos fijos del tigre
y un minuto después
son los ojos húmedos del perro.
Siempre hay abejas en tu pelo.
Tu espalda fluye tranquila bajo mis ojos
como la espalda del río a la luz del incendio.
Aguas dormidas golpean día y noche
tu cintura de arcilla y en tus costas,
inmensas como los arenales de la luna,
el viento sopla por mi boca
y su largo quejido cubre con sus dos alas grises
la noche de los cuerpos,
como la sombra del águila la soledad del páramo.
Las uñas de los dedos de tus pies
están hechas del cristal del verano.
Entre tus piernas hay un pozo de agua dormida,
bahía donde el mar de noche se aquieta,
negro caballo de espuma,
cueva al pie de la montaña que esconde un tesoro,
boca del horno donde se hacen las hostias,
sonrientes labios entreabiertos y atroces,
nupcias de la luz y la sombra, de lo visible y lo invisible
(allí espera la carne su resurrección
y el día de la vida perdurable).
Patria de sangre,
única tierra que conozco y me conoce,
única patria en la que creo,
única puerta al infinito.
Octavio Paz, Cuerpo a la vista
No es ya mi cuerpo sino tuyo, hecho a tu medida, abierto a tus manos, ofrecido a tu boca, suplicante de tu beso. No es ya mi piel sino tuya, dorada y húmeda en el calor del deseo, ardiente y ansiosa bajo tu peso, cautiva y feliz entre tus brazos. No es ya mi espalda, ni mis muslos, ni mi pecho... ya te pertenecen; tan ajenos a mi voluntad como sometidos a la tuya, tan esclavos de tu caricia como dueños del placer que te regalan, tan dependientes de tu amor como libres para entregarse...
Buenas noches.
Banda sonora para sonreir, reir, reirse, a solas o acompañados:
martes, 22 de enero de 2008
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