lunes, 26 de noviembre de 2007




Es difícil decirlo,
lo sé con la certeza de un puño que se rompe,

del gesto torrencial que une ciertas estrellas.

Quiero saber por qué a pesar de todo

hay ritmos que se agotan,

en qué consiste el agua,

la delgadez del mundo y el peso del plomo,
o por qué las palabras se han quedado colgando

sonámbulas, inútiles, aisladas y perfectas.


Es difícil decirlo
sin morderse por dentro la sonrisa,

sin necesitar la absoluta densidad del cielo.

Sin pedir a gritos un horizonte de agua
que nos transmita dulcemente.

A veces extenderse
es tan sólo tocar un mundo que no arde,

o un conjunto de dioses
que interpretan su música de vidrio

sonando eternamente a girasol y a piedra.


Tu explosión necesaria, tu pulso original
es un acantilado de ternura,

un punto de partida
donde volver a hundirse

hacia tu brevedad de mujer de gato.

Porque es inevitable referirte una vez más al agua,

a la perfecta serenidad de tus manos abiertas,

al geométrico crepúsculo de tus dedos transparentes.

Mujer de arcilla y agua, planeta desnudísimo.


Lo demás sólo es cielo.
Déjame hablar, hundir las lanzas largas de la noche,

ser una arquitectura de ceniza.

Lo demás sólo es cielo,
es inútil el mar contra las cosas,
la sal contra las cosas.
En las tardes, inevitablemente nos perdemos
de tanto perseguir las longitudes,

de tanto juntar barro con el barro.
No te rompas.

Defiende tus espacios,
despedaza tu sangre por la tierra.

No hay más que cielo detrás de las batallas.
También la luz a veces se parte como un hueso.

Miguel Sánchez Gatell, Es difícil decirlo



Romperse por dentro, convertirse en figura de cristal, en frágil escultura, en delicada pieza imposible de proteger. Deshacerse, desmoronarse, hacerse crujiente resto de hoja seca entre los dedos. Desaparecer, diluirse, molécula de agua dentro de una ola en medio del mar, una gota de lluvia cayendo anónima en el caos de la tormenta, una ráfaga más de viento indistingible de la anterior o la siguiente...

Ser arcilla, blanda, dúctil, moldeable... rompiéndome tan fácilmente si eres tú quien me quiebra, tan fácilmente reparable si es tu mano la que me inventa y me crea de nuevo.

Buenas noches.





Banda sonora que intente colorear lo gris de esta noche:





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